INTERNACIONAL
Monarquía

El rey Carlos III hace una defensa de la unión europea en su histórico discurso ante el Parlamento italiano, el día de su 20º aniversario de boda con Camilla

El monarca británico se reúne también con Giorgia Meloni y por la tarde la pareja real realiza una visita privada al Papa

El discurso de Carlos III en Italia en defensa de la Unión EuropeaEL MUNDO (Vídeo) / Efe (Foto)
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La bandera del Reino Unido ondeó este miércoles sobre el Palacio Montecitorio, el imponente edificio barroco que alberga la sede de la Cámara de Diputados de la República Italiana. Ha sido otro gran gesto simbólico con motivo de un acontecimiento histórico, el discurso que el rey Carlos III ha pronunciado ante las dos cámaras del Parlamento, el acto institucional de mayor relevancia en el marco de la visita de Estado a Roma que el monarca británico y su esposa, la reina Camilla, protagonizan desde el martes. Era enorme la expectación de la clase dirigente del país transalpino ante una intervención que se antojaba histórica. Cabe reseñar, en este sentido, que antes que el cabeza de los Windsor sólo dos mandatarios extranjeros habían sido honrados con la deferencia de poder dirigirse en sesión solemne ante la Cámara de Diputados y el Senado conjuntamente: el Papa Juan Pablo II -en 1998- y el Rey Felipe VI, en el viaje que el monarca español realizó a finales del año pasado.

Carlos III se ha metido al personal en el bolsillo con su discurso en italiano -"espero no arruinar la lengua de Dante tanto como para que no me inviten a volver a Italia", se disculpó a modo de broma al principio-. Ante el Pleno, ha dado muestras de su gran conocimiento sobre la cultura y la Historia italianas. El amor del actual soberano por el país transalpino se ha forjado también en los 16 viajes oficiales, de distinta naturaleza, que realizó como Heredero. "Nuestros lazos se remontan a hace más de dos milenios, cuando aquellos visitantes romanos llegaron a nuestras costas peinadas por el viento", empezó el soberano, que tiró de ironía apuntando a que fueron los romanos quienes "dieron la idea" a las poblaciones de las islas británicas de acuñar en las monedas las caras de los reyes: "Creo que les debo una gratitud especial", comentó divertido.

Sus palabras han rezumado un profundo europeísmo, muy en línea con la defensa a ultranza de los lazos que unen a los distintos pueblos del Viejo Continente que el soberano británico ha convertido en una de sus banderas desde que asumió el trono. Un europeísmo que, en boca del jefe del Estado del Reino Unido, cobra especial relevancia en el momento actual en el que Europa se ve tan zarandeada por la amenaza rusa, por un lado, y por la severa grieta atlantista provocada desde EEUU por Donald Trump, por otro.

Carlos III ha reivindicado la unión del Reino Unido e Italia en la defensa de los valores democráticos y ha subrayado que ambos países están "apoyado a Ucrania en momentos de necesidad" y cómo las fuerzas armadas de ambas naciones están "codo con codo", dentro de la OTAN, organización que reivindicó en un momento en el que Europa se ve abocada a reforzar sus capacidades de seguridad y Defensa.

El de Italia es el tercer viaje de Estado a una nación europea que realiza Carlos III como rey, tras los protagonizados a Alemania y Francia. Resulta más que evidente el empeño de la Monarquía británica por desplegar toda su capacidad de diplomacia blanda y reforzar lazos con las principales potencias del continente en una estrategia de acercamiento que contrarreste las inercias refractarias que dejó el Brexit. Aunque se cuidó muy mucho el Príncipe Carlos de interferir en un proceso tan traumático como fue para los ciudadanos británicos el divorcio de los Veintisiete, sus biógrafos siempre han destacado del hoy rey su profunda convicción europeísta. Y se da la circunstancia de que, en el nuevo escenario geopolítico, el monarca no hace sino reforzar el giro estratégico de Downing Street, con un primer ministro, el laborista Keir Starmer, que en los últimos meses ha dado pasos agigantados en el acercamiento a Bruselas, siempre, eso sí, con cuidado de no perder la relación especial con Washington, especialmente compleja con Trump en la Casa Blanca.

Carlos y Camilla, a la salida del Parlamento.
Carlos y Camilla, a la salida del Parlamento.Pool

No han faltado en el discurso ante el Parlamento italiano del monarca británico referencias a otras batallas con las que está más comprometido, como la de la lucha contra el cambio climático. Ni referencias, casi imprescindibles, al 80º aniversario que se conmemora estas próximas semanas de la liberación italiana del nazismo y del fin de la Segunda Guerra Mundial, con reconocimiento directo al movimiento partisano.

Con este trasfondo, Carlos III y Camilla concluirán mañana su viaje de cuatro días a Italia desplazándose hasta Rávena, donde, entre otros actos, conmemorarán la liberación de la ciudad en 1945 y se ensalzará el importante papel de las tropas británicas y del resto de la Commonwealth en la caída del fascismo. "Nuestras jóvenes generaciones ven en las noticias y sus teléfonos que la paz no puede jamás darse por descontada", ha advertido ante el Parlamento el soberano, quien sin embargo subrayó que "Sean cuales sean los retos y las incertidumbres que inevitablemente afrontaremos como naciones ahora o en el futuro, podemos superarlas juntos y lo haremos como siempre ha sido".

Carlos III, junto a la primera ministra Giorgia Meloni, este miércoles.
Carlos III, junto a la primera ministra Giorgia Meloni, este miércoles.Efe

La de hoy ha sido la jornada más intensa del viaje de Estado del monarca británico. Antes de ser recibido con honores en Montecitorio, se reunió durante más de una hora con la primera ministra, Giorgia Meloni. Y, ya al caer la tarde, ha comenzado el evento con más pompa en cualquier visita diplomática al máximo nivel, el banquete de Estado que el presidente Sergio Mattarella ofrece a sus huéspedes en un Quirinal bien engalanado para la ocasión.

El rey y el presidente Sergio Mattarella brindan durante el banquete de Estado.
El rey y el presidente Sergio Mattarella brindan durante el banquete de Estado.Afp

La casualidad ha querido que Carlos y Camilla hayan cumplido su vigésimo aniversario de matrimonio en Roma, una celebración que no pasó por alto al dar la bienvenida al rey el presidente de la Cámara de Diputados, Lorenzo Fontana, quien también recordó uno de los viajes de la reina Isabel II al país transalpino, el del año 2000, con motivo del Jubileo presidido entonces por Juan Pablo II. Precisamente ahora se celebra otro Jubileo, una de las razones por las que se había fijado para esta primavera la visita de los monarcas británicos a la Ciudad Eterna. La maltrecha salud del Papa Francisco ha impedido un encuentro oficial entre el líder de la Iglesia católica y quien es jefe de la Iglesia de Inglaterra. Sin embargo, la sorpresa ha saltado a última hora de este miércoles cuando se ha informado de que el Pontífice ha recibido a Carlos y Camilla en una visita privada en su residencia de Santa Marta -en el Vaticano-, que se ha prolongado durante 20 minutos. "Sus Majestades estaban encantadas", han recalcado fuentes de Buckingham, ya que "el Papa se encontraba lo suficientemente bien como para recibirlos y tener la oportunidad de compartir sus mejores deseos en persona".